¡Feliz día del trabajo!
Hoy es 1 de mayo: Día
del Trabajo. Bueno, más bien: “Día Internacional de los Trabajadores”.
Hoy no tengo que ir al
colegio, precisamente por eso. “Pues bien por ti, ¿no?”, pensaréis. Pues no.
Mañana tengo un examen de sistemas de ecuaciones, y no tengo posibilidad de
salir de esta casa, porque tengo que estudiar. No mola nada. Nada de nada.
Le acabo de preguntar a
mi padre porque no vamos a trabajar el día del trabajo, y me ha dado una
explicación muy larga y con bastantes palabras complejas.
En fin, lo que he
conseguido entender es esto: es el día en que los trabajadores faltan a sus
trabajos para reivindicar sus derechos laborales y demás.
A finales del siglo XIX,
Chicago tenía muchísimos habitantes debido a que mucha gente venía en busca de
trabajo.
En 1829, se empezaron a
reivindicar diversos derechos básicos. Los trabajadores pedían 8 horas de
jornada laboral. Ya sabéis: “8 horas para el trabajo, 8 horas para el sueño y 8
horas para la casa”.
Por aquel entonces,
existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, SALVO CASO DE NECESIDAD.
Si no había esa necesidad, y cualquier funcionario obligaba a un trabajador a
trabajar más de 18 horas, éste debía pagar una multa de 25 dólares.
La gente asistía a muchas
huelgas para reivindicar este hecho. Al final, muchas organizaciones, se dieron
cuenta de que si reducían las horas de la jornada laboral, habría más puestos
de trabajo, y sería una manera de reducir el paro.
Pues bien, el 25 de junio
de 1868, el presidente Andrew Johnson estableció la Ley Ingersoll: la jornada laboral de ocho horas. Diecinueve estados
se unieron a él: jornadas laborales de entre ocho y diez horas (aunque solían
haber cláusulas que permitían aumentar las jornadas hasta 14 y 18 horas).
En EE.UU. continuaron movilizándose,
ya que no se cumplía la Ley Ingersoll.
Andrew Johnson
Estos fueron algunos
comentarios de la prensa en referencia a las huelgas: “Indignante e irrespetuoso”, “delirio de lunáticos poco patriotas”, “es
lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo”.
El 1 de mayo de 1886,
200.000 trabajadores iniciaron la huelga.
En Chicago, donde las
condiciones de los trabajadores eran mucho peores que en otras ciudades, las
movilizaciones siguieron durante los días 2 y 3 de mayo. Se produjeron varias
peleas con la policía, incluso con disparos. El resultado: 6 muertos y varias
decenas de heridos.
Arbeiter Zeitung Fischer
redactó un artículo revolucionario en su periódico a favor de los manifestantes.
Acababa así: “¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!”.
Después de publicar este artículo, hubo un juicio contra él. Fue llevado a
la horca. El artículo organizaba también un acto de protesta para el día
siguiente, el 4 de mayo, en el parque Haymarket (“La Revuelta de Haymarket”).
Allí se congregaron más
de 20.000 personas, que fueron reprimidas por 180 policías. De repente, un
artefacto explosivo estalló entre los policías, produciendo un muerto (policía)
y varios heridos.
La policía abrió fuego
contra la multitud, matando e hiriendo a un número desconocido de obreros.
Se detuvieron a
centenares de trabajadores, que fueron golpeados y torturados, acusados del asesinato
del policía. La prensa apoyó a la policía, y hubo artículos contra los llamados
anarquistas, proclamándoles como “brutos
asesinos”, “monstruos sanguinarios”, “fabricantes de bombas” y “gentuza”, entre
otras cosas.
Hubo un juicio contra 8
anarquistas, y fueron tantas las irregularidades en el juicio, que se proclamó
como “juicio farsa”, y los juzgados fueron declarados culpables: tres de ellos
condenados a prisión, y cinco a la horca.
Este día, costó la vida
de muchos trabadores. No existe un número exacto, pero fueron miles los
despedidos, detenidos, procesados, heridos de bala o torturados. Se encontraba
gente de todo el mundo: italianos, españoles, alemanes, irlandeses, rusos y
polacos.
A consecuencia, el mayo
de 1886, accedieron a otorgar la jornada de 8 horas laborales a miles de
obreros.
En 1889, instalaron en
Chicago un monumento a la policía. En 1986, el pedestal ya se había quedado sin
estatua, y a día de hoy, ha sido eliminado completamente.
El pedestal tenía una
placa conmemorativa. El nombre del alcalde fue oscurecido, y taparon el símbolo
de la ciudad con la “A” de la anarquía.
El Gobierno de Chicago
puso una placa conmemorativa dedicada a los trabajadores involucrados en el
incidente de Haymarket. Se puede ver el símbolo de la Anarquía dibujado, y unas
frases escritas en rotulador, donde han puesto: “Primero tomaron vuestras vidas, ahora explotan vuestra memoria”.